Texto ya antiguo, pero quería volver, a pesar de lo que diga Sabina sobre volver a los lugares donde has sido feliz.
El nudo que estrangula
mi garganta,
secuestra
secuestra
mis lágrimas,
apuñala
mi cordura,
envenena
mi sangre,
incinera
mi alma,
dispara
a quemarropa
contra lo que queda
de mi desmembrado ser
(o no ser),
pero no consigue
acabar conmigo.
Quizá mi masoquismo
alargue mi propia tortura,
o puede que me asfixie
el día que me libre de él
y me dé cuenta de que he olvidado
cómo
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