Lucía largas piernas bajo las faldas,
sonrisas descaradas de usar y tirar,
miradas que congelaban el alma,
y avivaban el fuego,
y reconstruían ilusiones,
y destrozaban sueños.
Escondía secretos bajo siete llaves,
vergüenza entre las sábanas,
inseguridades en álbumes de fotos,
miedo en el cuerpo
(agazapado, acurrucado, temiéndose a sí mismo).
Se exponía como un libro abierto
pero sus páginas estaban en blanco.
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